La bendición viene de adentro. Del mismo modo que cuando se disipan las nubes del cielo, puedes sentir el calor del sol, cuando el maestro y el discípulo crean condiciones apropiadas para que se aligeren los oscurecimientos (en la mente del discípulo), podemos ver nuestra naturaleza verdadera. Los maestros no nos dan cualidades; nos ayudan a darnos cuenta de que ya somos budas. De forma similar, un empoderamiento favorece que nuestros flujos mentales maduren en el camino, para que podamos ver nuestra verdadera naturaleza de la mente. (Parafraseado de las enseñanzas de Khenpo Karl Brunnhoelzl sobre el Sutra del corazón, Morelia, México, octubre de 2016).